El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó ayer sábado la declaración de emergencia en el estado de Rhode Island, y ha ordenado la asistencia federal para dar apoyo a los esfuerzos de las autoridades locales ante la llegada del huracán 'Henri'.
Esta decisión del presidente autoriza a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional, a coordinar todos los esfuerzos de ayuda en caso de desastre para "aliviar las dificultades y el sufrimiento causado por la emergencia (climática) en la población local", tal y como ha informado la Casa Blanca en un comunicado.
También se da vía libre a la aplicación de medidas de emergencia, autorizadas bajo el título quinto de la Ley de Stafford, para "salvar vidas y proteger la propiedad y la salud", así como la seguridad pública y "disminuir o evitar la amenaza de catástrofe" en los condados de Bristol, Kent, Newport, Providence y Washington, junto a la tribu indígena Narragansett.
"FEMA está autorizada a identificar, movilizar y proporcionar a su discreción el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia", ha apuntado la Casa Blanca, que ha remarcado que estas medidas de protección de emergencia se proporcionarán "con un 75 por ciento de fondos federales".
Estas decisiones se han tomado en el marco del avance del huracán 'Henri' hacia las costas del noreste de Estados Unidos, y antes de que este toque tierra, previsiblemente, este domingo. El fenómeno meteorológico amenaza con ir acompañado de fuertes vientos y marejadas ciclónicas peligrosas, así como inundaciones.
Estado de emergencia en Nueva York
'Henri' se ha ido fortaleciendo a lo largo de este sábado y podría tocar tierra con la fuerza de un huracán en Long Island, en Nueva York o en el sur de Nueva Inglaterra, tal y como ha informado el Centro Nacional de Huracanes y recoge la cadena CNN.
Por esto, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio ha declarado el estado de emergencia este sábado por la tarde antes de que la tormenta toque la ciudad.